Un Boulevard de nombre Chabuca
19.6.14
Fin de semana y si por la tarde dispongo de tiempo
Voy rumbo hacia la famosa alameda chabuca para desestresarme.

Ya cerca observo la Alameda, sus anfiteatros, es inevitable oler la panzita, los anticuchos o el emoliente, los alfajores, la mazamorra con su arroz con leche y si tengo suerte encontrar un suspiro.
Como también oír las risas ocasionadas por las bromas y muecas de los cómicos ambulantes.
A sus alrededores escucho al Rimac que ya no es tan hablador como antes de las obras de Vía Parque Rímac.
Observo a los pregones de antaño que si no te jalan a probar sus combinados, te convencen con su floró del poder de la Biblia y hay quienes aprovechan las multitudes para politizar, cosa que supone debates de viejos y sus cantifladas.
Unos pasos más y te encuentras con el anfiteatro de los boleros, el huaynito, la marinera y las décimas de los afrodescendientes, sin duda gente con talento indiscutible.
Dicho sea de paso te darás cuenta que casi siempre la gente de la tercera edad copa y baila al son de la música criolla.
Por lo pronto sabes que ya serán las cinco, el ocaso esta cerca y la gente se va al hablador para observar al tren más viejo del planeta con su característico "Tuuu! Tuuu!"
(Risas).
Casi siempre visito este Boulevard porque sientes y respiras la mistura de nuestro país, a leguas sabes que "el que no tiene de Inga tiene de Mandinga" en este paseo, escuchar la jerga del vendedor y las lisuras de los cómicos que son los únicos que pueden mentarte a la madre y reír a carcajadas.
Un día en chabuca esta repleta de costumbres, de legados, de ideologías, de sabores, de música, del proletariado y su sarcasmo . Es visitar un huequito de la Lima que no queremos que pase el tiempo.
0 comentarios